Un. La mer.

El calor de la noche de verano me mantienen en un estado onirico y semiconsciente. La brisa del mar que se encuentra tan cerca no logra colarse en el lugar y no llega a mi.Mi mirada esta perdida en un haz de luz rojo proyectado en la pared blanca. Y luego en uno verde.Y en uno mas. Y en otro. Dibujan siluetas aleatorias al ritmo de la musica que un DJ ha seleccionado, seguro sin pensarlo.

Absorta en los pensamientos de otra gente y otros lugares, me siento tan lejos de ese bar, aun cuando mi cuerpo sigue ahi. La musica sigue y aun cuando para mi es ya un zumbido distante, me causa el mismo hastio que en un principio.

Siento algo frio y humedo en el costado del brazo, lo que me regresa al lugar y de un golpe el nivel de la musica vuelve a ser alto. Giro y me doy cuenta que lo que me hizo reaccionar es un vaso con hielos nadando en una bebida roja.

-Hey- me dice el dueño del vaso.
-Hey- le respondo con la mayor indiferencia. Estaba molesta de regresar a la realidad de golpe, pero la cara del extraño se sentia de cierto modo algo familiar.
-No te ves como alguien que la este pasando bien, ¿que no te gusta la musica?
-No esta mal.
-¿Entonces?
-No me siento en el mood.
-¿Cual es tu mood entonces?
-Otro.
-Ah...
-Voy al baño.

Me abro paso entre la gente, desesperada por encontrar una cara conocida y lo unico que se me ocurre es ver la mia propia reflejada en el espejo del baño. Mojo mis manos y las deslizo por mi cuello hacia mi nuca, tratando de refrescarme, tratando de aliviar un dolor que no siento, y que al mismo tiempo no entiendo. Mis ojos se clavan en los de mi reflejo y por un segundo no me reconozco. Acomodo mi cabello y aun asi, me encuentro tan distinta. No aguanto mas y salgo corriendo.

Justo he cruzado la puerta del baño y una mano me toma por la muñeca y me dirije hacia un cuerpo, donde dos brazos me toman por detras, me envuelven y me protegen del mar de gente, caminando hacia la salida. No entiendo lo que pasa, y solo veo un puñado de imagenes de caras, de cuerpos bailando, de alcohol engañando a gargantas sedientas de vida. En medio de este torbellino intento voltear pero no logro ver nada.

-¿Que esta pasando?
-¿Quieres escapar o no?
-Si, si quiero.
-Solo dejate llevar entonces.

No cuestiono mas, cierro los ojos y sigo caminando. Unos pasos mas y todo cambia. Subitamente la musica calla y el mar ruge. Y la brisa al fin llega a mi, pegandome en la cara y colandose entre mi ropa...

[to be continued]