lunes, 18 de mayo de 2009

Del diario de Elizabeth Jones

Horas sin dormir: sorpresivamente 14.
Calorias por dulces: 1, 008 mil.
Veces que he dicho "carajo" en este dia: 1, 825
Fumarolas: 33 y nada tienen que ver con cigarrillos.

Y yo que pense que era una buena idea.

Él, eterno adolescente de cuarenta y tantos. Petulante e inmaduro para la vida, pero culto y experto para las artes.
Yo, precoz veinteañera. Ni sencillita, ni carismática, ni experta, pero con muchos deseos de aprender.

Las cosas comenzaron tan tranquilas, con tanta armonia. Mis comentarios inocentes parecian causarle gracia y yo me maravillaba de todo lo que el sabia. Yo crecia con cada uno de nuestros encuentros, pero parecia jamas ser lo suficientemente buena. Ya habia sentido eso antes y sabia que si no hacia algo, aquello no terminaria bien.

De verdad crei que podriamos llegar a algo, aunque sabia que habrian de nacer decepciones. Pense que venceriamos los obstaculos, pero me equivoque. No tuvo ni la decencia de comunicarme personalmente que lo nuestro no funciono. Confie demasiado y me robaron algo, dejando a cambio la experiencia.

Moraleja: No vuelvo a elegir una clase tan a la ligera!!! como que no paso la materia??? y esas horas de leer como nunca y de levantarme para ir a la escuela??? no van a ser en vano!!!

Parece que la Uni de plano no quiere que yo deje de ser estudiante! >.< Mañana una lucha por aclarar y corregir mi injusta calificacion. Exito? ya veremos.

Mantra: Nada es tan preocupante, todo es insignificante.

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